miércoles, 20 de febrero de 2013

Se llamara Libertad. Y sera solo mia



Los niños son curiosos, mejor dicho ingenuos, toman como modelo de vida a sus padres, y cuando ellos son padres, es un ciclo que se repite, a veces a uno, o al otro a veces a los dos, yo también fui ingenua, siempre pensé que me gustaría ser como mi madre, una mujer independiente que no necesita de una hombre que la mantenga.
Pero ahora que lo pienso bien, no me gustaría ser como ninguno de los dos, me despreciaría a mi misma, no quiero ser como mi madre, una mujer sola que trabaja hasta el agotamiento, pues debe mantener una hija sin ayuda, que casi no tiene amigos y que es esclava de su trabajo y su hogar, lo admito yo tampoco soy fácil de tratar, nunca lo he sido y nunca lo seré, pero tampoco quiero ser como mi padre, y terminar al lado de una persona a la que no amo, por haber cometido una estupidez.
Tengo aunque no lo parezca, bastante claro lo que quiero ser. O hacer.
Quiero ser independiente, solo preocuparme por mis estudios.  Y pagar las cuentas, pero qué más da.
Tal vez tener un trabajo en una librería de poca monta hasta que me gradué. Siempre amare los libros.
Salir con mis amigas los viernes en la noche a algún bar, o quedarnos en casa de alguna, y tomar un par de copas mientras nos quejamos de los profesores comentamos los últimos chismes y pescamos algún que otro tipo, o nos reímos de los que conocemos.
Solo divertirme hasta graduarme, empezar desde abajo, y llegar a tener un puesto decente para que mi nombre se conozca. Luego manejare la compañía de mi padre a mi gusto.
Tal vez tarde algunos años en que eso pase, pero que importa no tengo apuro.
No me interesa conseguir el amor  de mi vida en la universidad, tampoco casarme justo después de que la termine.
Tal vez nunca me case y no tenga hijos.
Realmente no me importa, las cosas se dan con el tiempo, todo por alguna razón, en el mejor del peor de los casos seré una solterona codiciada (o adoptare, como Angie) tendré una casa, porque eso de estar en apartamentos no es lo mío (y si es una apto, tendrá que ser grande)
Odio limpiar, siempre lo he hecho, pero mi casa va estar impecable solo porque odio el desorden, la limpiare yo misma, tal vez los fines de semana, o el miércoles, solo por ser un día que está atravesado en el calendario, justo como la limpieza en mi vida.
Cuando cumpla 18 me voy a mudar lo más rápido posible, porque odio, estar bajo el régimen de mi madre, y odio que me diga que no podría sobrevivir sola, porque soy una inútil. No soy mejor que ella, pero si tengo que hacerlo lo hare.
No me gusta donde vivo,  sin contar que sería la primera en morir en un terremoto, dado que vivo casi en el último piso.
Tendré un gato y lo llamare Libertad, como la amiga de Mafalda, la radical, liberalista, y antipatriótica Libertad. Tendrá mucho colores, y no lo compartiré con nadie, se llamara Libertad y será solo mía.
Y me sentare en una banca del parque, a mirar a los niños jugar mientras le sonrió al que me vea, y me fumo el cigarro de las 6. Le comprare un café a algún anciano mientras me cuenta su vida, porque ellos aman que los escuchen, y yo amo verlos sonreír, es algo que me llena.
Caminare por la calle tarareando mi canción favorita, ÿ cruzare la calle sin mirar a los lados, y entrare al metro cantando, y hablare con la persona que se siente al lado mío.
Llegare temprano a la Uni, y comprare un café antes de entrar a clase,  y lo tomare apurada mientras quema mi garganta, solo para que el escozor me mantenga despierta.
Y al llegar a mi casa, daré de comer a Libertad, y veré una película de bajo presupuesto, mientras como palomitas de microondas. Dormiré bajo una manta calentita, oyendo música de fondo, imaginando el pasado y recordando el futuro.
Un día, marcare un número de teléfono al azar y hablare con una persona que no conozco, sobre el mundo, sobre la gente, sobre todos menos nosotros. Más nunca volvería a saber de él/ella.
Ese sueño no tendrá final, porque no moriré nunca viviré en el recuerdo de aquellos que me conocieron, de los que me recordaran por siempre, y pasaran generaciones hasta que mi último recuerdo se extinga, pero para ese momento ya abre reencarnado, seré un gato y me llamare Libertad, y no seré de nadie.

Un pensamiento que nacio hace un par de años... Solo para empezar :3

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